Bueno, ya ha finalizado una de las partes más representativas de las Fallas a lo largo de los meses anteriores a la semana fallera: las Presentaciones del resto de Comisiones.Yo, como Presidente, he asistido a todas y claro,... se me ha hecho un poco largo el tema.
Ha habido días estupendos, otros estresantes y en general puedo decir que la representación de nuestra falla en el resto de presentaciones, ha sido siempre muy digna en cuanto a participación. En las celebradas en el Llar Fallero, nuestras Falleras y Falleritos, a duras penas cabían en el espacio asignado al Centro España por cada una de las fallas, y eso significa que siempre teníamos como mínimo ocho o nueve falleras y falleritos. Las madres, también cabían a duras penas en las sillas que teníamos a nuestra disposición, pero esto más bien era debido a la existencia de los llamados “cazadores de sillas”, que como su nombre bien indica se dedican a acechar a su presa, echando la zarpa en el momento en el que no se sienten observados, y apoderándose en un corto espacio de tiempo de un número importante de especimenes de silla. Incluso, cuando el número de sillas cazadas es elevado, esta especie tiende a ampliar la extensión de su hábitat natural...
También, quisiera nombrar un aspecto que creo que se debe mejorar, LA PUNTUALIDAD. Todas las fallas deberían esforzarse en cumplir con el compromiso de horario establecido en las invitaciones entregadas a cada uno de los presidentes. 
Para muchos de nosotros, especialmente falleras, presidente, y algunos de los padres más sacrificados, es poco gratificante tener que abandonar con precipitación una cena, u otro acto, para acudir a un presentación que a la postre se puede llegar a retrasar más de una hora sobre el horario citado. Esto a su vez provoca retrasos en cadena que en general dan una sensación de descontrol, y genera apatía hacia un acto al que deberíamos acudir con alegría y satisfacción.
Para muchos de nosotros, especialmente falleras, presidente, y algunos de los padres más sacrificados, es poco gratificante tener que abandonar con precipitación una cena, u otro acto, para acudir a un presentación que a la postre se puede llegar a retrasar más de una hora sobre el horario citado. Esto a su vez provoca retrasos en cadena que en general dan una sensación de descontrol, y genera apatía hacia un acto al que deberíamos acudir con alegría y satisfacción.Y las insignias?..., ¿es necesario que vayamos los presidentes mendigándonos unos a otros las insignias que cada falla entrega a las distintas comisiones que han tenido el gusto de acudir al acto?. Todos los presidentes tenemos información de cuantas falleras mayores e infantiles hay en cada comisión, ¿por qué entregar 5 o 6 y esperar a que te pidan el resto?. Esto provoca una perdida de tiempo ya que los presidentes nos tenemos que buscar unos a otros una y otra vez para completar la cantidad necesaria, y en muchos de los casos, no se consigue.
Bueno, también hay cosas positivas que resaltar. Los integrantes de nuestra falla nos lo hemos pasado muy bien asistiendo a los actos. Los jóvenes nos han acompañado a cada momento, haciéndonos rejuvenecer al resto, a parte de hacernos ir a la barra a por mas vasos...Y cada presentación además, ha sido motivo para una cena más, donde todos juntos comíamos, bebíamos y con una copita de cava brindábamos: ¡alegría fallera!
Aqui puedes ver algunas fotos....
