Llegó el momento de la “cremá” de la falla infantil. Empezaba a sentirse en el ambiente la tristeza que, como es normal, se apoderaba de todos aquellos que hemos estado juntos este año. Era esencial el papel de la charanga este último día, para poner ese toque de alegría y olvidarnos por momentos que el año estaba apunto de acabar.
Nuestros peques, como estaba previsto, acudieron a su monumento para obtener el tan deseado recuerdo de la falla, y por supuesto, teniendo en cuenta la cantidad de falleritas y falleritos de este año, no dejaron títere con cabeza. Es gratificante ver a esos niños con su patito u otro personaje, que a la postre paliará la tristeza de la quema de su falla.

Aunque guardando la compostura, muchos padres tenían un semblante triste, que cambiaba a alegre al mirar a sus hijos, y recordar que habían acertado en su decisión de hacer este año,
fallerita o
fallerito a cada uno de ellos.

Cuando llegó el momento, Carmen
Sabater, llena de orgullo por su reinado, prendió fuego a la mecha y encendió la traca que llevó el fuego irreversible hasta su destino.
Cuando el viento nos lo permitió, y al compás de “la 41”, todos rodeamos la falla en sus últimos
momentos hasta que el fuego la consumió.

Pero casi ningún peque se quiso perder la “
cremá” de la falla grande. Y hasta que ese momento llegó, en el casino pudimos cenar de
bocata y hacernos las últimas tomas.
En la calle, Batiste, Rafa y demás, no paraban de tirar tracas y “
masclets”. Marta, María y Cristina desafiaban el frío y no abandonaban la calle, donde la charanga tocaba sus últimas piezas de la semana.

El momento de la “crema” fue muy emotivo, Marta
Pérez prendió fuego a la falla, y desde ese momento hasta el final, nos fundíamos unos con otros en abrazos, felicitándonos de lo bien que había salido todo.

Las fallas son mucho más que una fiesta, las miradas de nuestras falleras, llenas de lágrimas y dirigidas hacia lo alto de la falla prendida en llamas, dejaron entrever su alegría por haber vivido un año que guardarán en el recuerdo toda su vida. Viéndolas comprendí que todo lo que se hace por la fiesta durante todo el año, se justifica, viviendo estos últimos momentos de la misma, con ellas cogidas de la mano...
