Cuentan las malas lenguas que más de una fallera asistió a la "despertá" del día 19 sin haber prácticamente pegado ojo. Yo la verdad es que no se de donde sacan las fuerzas estas chicas. Bien es verdad que esto no pasa todos los días, pero hay que estar en forma para aguantar toda la paliza de estos días sin prácticamente pegar ojo.
Y llegó la hora de otro acto emotivo: la ofrenda. Desde luego las fallas son unas fiestas que la gente se las pasa entre sonrisas y lágrimas, es la leche.
Bueno nuestra comisión era de las más numerosas, desde el final de la calle Encarnación no podía ni ver el estandarte, ocupábamos toda la calle, de principio a fin. En el desfile, tras la reina, ahí iba yo tan campante, acompañado por... ¿no os imagináis quien estaba a mi derecha?. E voila, "el metge". Eso ya quería decir algo, ¿no?.
Volviendo a nuestras falleras, las protagonistas, diremos que la mayoría, rompieron en lágrimas al pasar por el casino, e hicieron que las madres también soltaran las correspondientes lagrimitas.
Tras la ofrenda nuestras falleras aprovecharon un ratito para descansar antes de salir con la charanga hacia la "mascletá" y posteriormente a la estupenda comida que nos ofrecieron los padres de Marta y Carmen en el Aloha.
Tras la ofrenda nuestras falleras aprovecharon un ratito para descansar antes de salir con la charanga hacia la "mascletá" y posteriormente a la estupenda comida que nos ofrecieron los padres de Marta y Carmen en el Aloha.
Como era de esperar, nuevamente todo abarrotado, casi 300 comensales, y todo de cine. La comida se alargó hasta bien entrada la tarde por lo que no hubo mucho tiempo para ninguna tregua y casi todo el mundo se desplazó nuevamente al casino para asistir a la "cremá" de la falla infantil.
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